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60 Años Endulzando la Vida de Tucumán: La Historia de Heladerías Blue Bell
En el vibrante corazón de San Miguel de Tucumán, un sueño dulce nació el 19 de septiembre de 1963. En un modesto local ubicado en 24 de septiembre 628, Heladerías Blue Bell abrió sus puertas al mundo, ofreciendo un sabor único que pronto conquistaría los paladares locales.
Con cada helado artesanal, Blue Bell ganó un lugar especial en los corazones de los tucumanos. Tan solo un año después, en 1964, la demanda creciente dio origen a una fábrica en Av. Avellaneda esquina Av. Sarmiento, marcando el comienzo de una travesía hacia la excelencia heladera.
El año 1966 presenció un hito significativo con la apertura del emblemático local en 25 de mayo 26, consolidando la presencia de Blue Bell en el paisaje urbano de Tucumán. Para 1972, el reconocimiento como líder indiscutible en heladerías llevó a la inauguración de un moderno punto de venta en Av. Sarmiento 174, acompañado de una fábrica pionera en tecnología y calidad.
El impulso de la innovación nunca cesó. Con el surgimiento de una nueva generación, Blue Bell amplió su oferta con helados exclusivos y servicios adaptados a las necesidades cambiantes, como los kioscos de helado para eventos y fiestas.
El nuevo milenio trajo consigo desafíos emocionantes. En 2001, Blue Bell conquistó Yerba Buena con un local moderno y acogedor, atrayendo a familias y amantes del helado por igual.
La creatividad culinaria alcanzó nuevas alturas en abril de 2003, con el lanzamiento de una línea de postres revolucionarios, fusionando lo frío y lo cálido con la maestría de la reconocida chef Dolli Irigoyen.
La expansión continuó, con la apertura de locales adicionales en lugares estratégicos como Lamadrid esq. Bs As. y Mate de Luna 1620, así como incursiones en nuevas zonas como Belgrano y Av. América, y Pinar 1 en la encantadora Tafí Viejo. Hoy en día, con doce locales entre San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y Tafí Viejo, Blue Bell sigue siendo un punto de encuentro para todas las edades y comunidades influyentes.
La llegada de la tercera generación marcó el inicio de una era de innovación sin límites. Desde foodtrucks hasta stands al aire libre, Blue Bell redefine constantemente la experiencia heladera. Remakes de clásicos como los Skarchados, nuevas líneas de golosinas y tortas, y la emocionante creación de la línea Black Bell, una colección de tragos con helado, son solo algunos ejemplos del compromiso continuo con la frescura y la originalidad.
Pero más allá de los productos, Blue Bell se distingue por su compromiso con la calidad. Desde su inicio, la heladería ha priorizado materias primas de la más alta calidad, asegurando que cada helado y cada dulce reflejen la esencia pura de Tucumán, sin esencias ni estabilizantes.
Con 60 años de historia, Heladerías Blue Bell sigue endulzando la vida de las familias tucumanas, con el firme propósito de hacerlas felices, cuidando cada detalle y ofreciendo lo mejor de sí misma en cada cucharada.
60 años de innovación y calidad, para hacerte feliz.
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